
En un mundo donde no existe la mentira, ni siquiera como concepto, todos dicen la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, sin pensar en las consecuencias. Nadie nunca ha dicho una mentira. De pronto, un perdedor nato llamado Mark Bellison (Ricky Gervais) desarrolla la capacidad de mentir, y no tarda en descubrir que la falta de sinceridad tiene grandes ventajas.